Revista Internacional de Poesía : "Poesía de Rosario" Nº 23
  Editorial
 
EDITORIAL

«…El lenguaje es la casa del ser. En su morada habita el hombre. Los pensadores y poetas son los guardianes de esa morada. Su guarda consiste en llevar a cabo la manifestación del ser, en la medida en que, mediante su decir, ellos la llevan al lenguaje y allí la custodian. (…)”  Desde siempre la poesía se ha considerado como un recorrido espiritual que trasciende al arte y al lenguaje. Es una de las manifestaciones de mayor  recorrido íntimo y  una busca permanente del hombre a revisar sus emociones, dudas, sentimientos y conflictos.  Tener delante la página en blanco es sentir  de pronto una indefensión, esa zona vulnerable en que procrear y parir tal vez pueda ser un sobresalto en medio de la noche apuntando palabras muchas veces ininteligibles que al amanecer tal vez muten en otro poema y no en ese que se venía construyendo en las sombras de lo onírico, o tal vez por su iluminación. 
  La acción del “hacer” poesía no se puede atar a una realidad segura, lo cierto naufraga por motivos diversos, ni siquiera sabemos si seguiremos siendo portadores de ese  acto subjetivo de expresión y construcción de la imaginación.  Es por ello que necesitamos resguardar la poesía.   A pesar de aquella sentencia que la condenaría al mayor de los silencios “"No se puede escribir poesía después de Auschwitz" o “Escribir poesía después de Auschwitz sería una barbarie”* justificada esta idea porque la terrible realidad vivida en ese momento de la historia contemporánea pudo superar lo imaginable, no se ha podido anularla y  sigue su trayecto.  De ella proviene de la idea de hacer, concebir, producir, construir (poiéo) y el poeta (poietés) es quien lleva en si mismo el acto  mismo de la creación de los textos  poéticos. Él  atiende ese acto (poiésis) enfrentado a los riesgos siempre subsiguientes, es decir,  se pregunta: -mañana podré volver a sentir, a escribir, a que el lenguaje pueda asistirme para crear nuevas imágenes- y la respuesta se le escurre entre los papeles porque la poesía no siempre espera en el más secreto de los habitáculos poder ser rescatada.  Disponibilidad constante?, Captación? Indagación? Y cuántos otras entregas necesarias debe haber para lograr ese poema  nuevo que no será escrito nunca del mismo modo aunque casi todos los poemas hablen de lo mismo. 

La poesía ha tenido como distintivo particular  un lenguaje connotativo, es decir que ha ido abriendo caminos de significados mediante el trabajo de tratar siempre de decir algo más,  utiliza, a este fin  lo simbólico para referenciar. Lo denotativo es un lenguaje literal.  El poeta elige cómo estructura su quehacer y en oportunidad ambos  modos se entrelazan.  
 
Es necesario estar en contacto con toda expresión poética si deseamos tener una apertura a las distintas estéticas actuales. Nos encontramos con expresiones generacionales que han incluido lo racional excesivo.  El recurso de la imagen cruda que sólo cuenta lo que el ojo indica, sin sugerir. La metáfora se ha corrido para dar lugar a la imagen que se transforma en una crónica o en una prosa corriente. Sin tropos, la poesía actual tiene una respiración distinta y quien la lee o la escucha  advierte el profundo cambio que -a partir  por ejemplo de Lambroghini- se ha ido instaurando. Según sus propias palabras, él no nació para poeta y también se supone que con su nuevo modo de escritura ataca la poesía lírica argentina.  La sospecha de que el camino de la lírica era un modelo agotado a mediados de la década del ’50, cuando empezó a garabatear su primera plaqueta “El saboteador arrepentido”, lo hizo rumbear para otros sitios donde encontró la belleza en la parodia y la mescolanza.* Es curiosa su mirada como también la de los que hablan de la lírica muerta cuando en realidad ésta es la esencia de la construcción poética. Así lo dice Diana Bellessi cuando afirma: “poetas y lectores deben tener una postura de lucha, y afirma que la lírica es “la pequeña voz del mundo”, más cercana al vulgo que a la élite.

Creemos y deseamos que la poesía hable y respire en su cauce sin estremecimientos de desaparición. Antes y ahora  siempre hubo un camino en el oficio de poeta, que debe tender fundamentalmente a encontrar su propia voz, esa respiración que lo hace libre y lo caracteriza.  Hay un misterioso camino que es necesario recorrer. Aprovechemos la jornada. El tiempo está corriendo y hay dudas sobre la eternidad.
* Martin Heidegger
* Theodor W. Adorno
*  Silvina Friera 
Página/12, octubre 2005

ANA RUSSO
 

Editorial Revista año 2014

La pregunta que uno se hace frente al papel en blanco, aún sin revisar todas las notas que se han escrito en este espacio inicial de nuestra publicación, es no repetirse (repetirme, en todo caso).

Esta “editorial”, casi invariablemente de tono político o crítico, pretende desentrañar, al menos para quien la escribe, distintos temas de la actualidad que van ocurriendo en el lapso que vamos reuniendo el material, en este número tan diverso como en otros, vaya la aclaración-, teñido siempre de la opinión personal de quien suscribe.

Por eso, al compartir, de este número en adelante, la dirección de Poesía de Rosario con mi mejor colaboradora, la Sra. Ana Russo, persona excelente, criteriosa, eximia poeta, estudiosa siempre y todo otro laudo que le corresponda por su trabajo y don de gente, le he pedido que  se encargue de la “editorial literaria”, así puedo continuar con esta paralela, de otro ángulo.

Primero algo que ocurre en el mundo y  destacamos en el año anterior. Para el mundo occidental (desconocemos lo que ocurre realmente en el otro), el actual Papa, Francisco, siento, pienso  y creo que reúne las características de un gran hombre de la Iglesia Católica y más allá del lavado de pies simbólico, el llamado a una feligresa para autorizarle recibir el sacramento eucarístico, a pesar de su condición de divorciada y tantísimos otros ejemplos que a diario da como conducta humanista y cristiana, un hombre atento al acontecer en todo el orbe que viene a recuperar, o pretende recuperar lo que la Iglesia ha venido perdiendo en el correr de los años, a manos de otras iglesias modernas, con música, músicos, libertades sexuales, matrimoniales, etc. etc., a saber: gente que reprochada desde los claustros ortodoxos de escuelas y otros instituciones por no ser casado, no ser bautizado, etc. no han sido admitidos o han sido echados. Gente, gente que vaya a la misa. Gente que haga votos.
Reunirse con los prelados de las otras religiones como mensajero de paz y cuanta sorpresa a favor de la justicia, equidad y solidaridad nos otroga con sus actos diarios, hacen que esté también en este lugar literario.

Más cerca, el Señor Presidente de la Republica Oriental del Uruguay, ese gaucho hermoso de Mujica que con su ejemplo de vida pone en evidencia a los que actúan con soberbia o hacen fortunas en sus cargos en otros países. Mujica sabe que ya está en la historia, límpidamente, correctamente. Fue Tupa y estuvo preso porque creyó en ese momento de su vida como en cualquier país ocurre con los pensamientos de los o algunos jóvenes (no, los que ya habíamos leído a Stefan Zweig, en su obra “El Dios que fracasó”), preso de preso, no como otros que en todo nivel, en nuestra Argentina, creen que los demás no se acuerdan de la época universitaria o fuera de los claustros quiénes militaban y quienes no. 
Hay gente que se sube a los 70, como decía mi amiga Inés, como si hubiera estado.
Se suben  ahora. En el “Proceso” estaban bien calladitos ejerciendo sus profesiones y muchos lo sabemos, porque cuando ellos escondían o tiraban sus libros “comprometedores”, nosotros los buscábamos y teníamos y tenemos en nuestra biblioteca. Ejemplo, “El Nixonicidio” que publicamos. Cuando este revivals de supuestos 70, cambien de rumbo, irán para donde el viento sople.

Amén de ello, un comentario para la bolsa (no de gatos en este caso) de consuetudinarios políticos que se odian y han odiado y volverán a odiar cuando pasen las PASO nomás, y se vea que todos se creen presidenciables, jajajajajajajajaja.

Y por qué habría de faltar un palo para los improvisados o los energúmenos como los hay en todas partes. Aquí en esta ciudad de Rosario, según me han informado hay un prietosaurio (hombre animal que trepa por las paredes de una institución de España que puso la guita, Parque España). Este pelandrún, Director de no sé cuánta cosa formal e ignaro, al prologar un libro de nuestro querido Juan L. Ortiz , cita a Jorge Enrique Ramponi, pero como “José Enrique”(tanto lo habrá leído?), y en la misma página 111,  a Luis Franco a quien rebautiza como Alberto Franco. Qué papelón, un muchacho grande.

En nuestro sitio bibliele podrán encontrar un libro íntegro de la codirectora de este revista, Ana Russo, que reúne la mayoría de las notas  bibliográficas aparecidas en nuestra trayectoria como publicación y constituye un corpus de ensayos muy importantes sobre los poetas autores que trata y sus respectivos libros.

En este número encontraremos trabajos de los poetas franceses reunidos por José Muchnik, nuestro corresponsal en Francia;  Héctor Berenguer, Egle Frattoni, entre otros, en Poesía Argentina; en Poesía búlgara a Radka Falk y otros autores internacionales y nuestros.
En Sección Ensayos, una nota de nuestro corresponsal en Barcelona España, el escritor Oreste Brunetto sobre  artistas.

En la Sección Homenajes, los correspondientes a dos poetas que fueran además grandes amigos personales y de trabajo en el género, Carlos Alberto Vila Ortiz (Gary) y Reinaldo Héctor Uribe (Vasco), a quienes dedicamos este número de Poesía de Rosario. Recensiones de los libros que nos han llegado  y todo lo demás que conforman este nº 23.
 Adelante.

Guillermo Ibáñez, Rosario, Argentina, año 2014.
 
 
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