MARGARITA ARROYO
Libros publicados:
“Reducida a palabra” (1983)
“El yelmo y sus adornos” (dos ediciones 1984 y 1985)
“Sin mirar a los lados” (1988)
“Trilogía de la palabra, el yelmo y la mirada” (1997)
“El albarelo de la cruz lisada” (1999) (prosa)
“El hombre y Dios en la poesía de León Felipe.” (Dos ediciones, 2003 y 2005)
“ La gran aventura de León Felipe” ( Dos ediciones, 2006 y 2007) (prosa)
“Ya nunca iremos a Constantinopla” (2011)
“Ya nunca iremos a Constantinopla.” 2ª edición. (En imprenta.)
POEMA PARA MÚSICA DE CUERDA.
Hoy se viste de verde mi ventana
con seis lirios pujantes sobre el sueño.
Seis tonos acompañan a mi dueño,
seis luces custodiando la mañana.
Hoy con un verso Schubert se engalana
y un grave acorde, otro más pequeño,
quiero decir agudo, en el empeño
graban su aliento en la caoba plana.
Una paloma por el clavijero
y en el traste, la fuerza de la pena
que emerge en el hondón del agujero.
Algo nos llega al alma cuando suena
esa guitarra con que el guitarrero
nos enciende la vida o nos condena.
¿CÓMO ERA?
¿Cómo era sin ti el amor
sin tu voz la palabra
los sueños sin tu recuerdo,
sin tu mano la esperanza?
¿Cómo era sin tu risa el cielo
sin tu despertar el alba,
la noche sin tu pena
y Dios sin tu mirada?
LA CARTA ROTA.
LEMA: SIEMPRE.
Ya sé que estás ahí
pero yo ¿dónde he ido?
Tucercanía cierta
resbaló sin tocarme.
Juraría que sé
de tu roce cercano,
deltacto de tu sombra,
que tu nombre ha de ser
una lumbre sin eco
que el miedo aún me oculta
y disuelve
y aparta.
porque nunca he salido
más allá de mi puerta.
Basta alargar la mano,
pero qué ancestral miedo
aabandonar el dulce,
el seguro refugio.
Se retarda el encuentro.
Cada minuto cuenta.
No se avanza un centímetro.
No se da un paso atrás.
Qué deserción tan pobre,
qué estúpida coartada
esta de estarse quieta,
la de ocultar los ojos
como un mal estudiante.
Repetir sin descanso
queno es este el momento,
que el día será otro
que nada se ha oído.
Pero la voz aún clama
sobre este desierto
de oídos que no escuchan
de manos que se cierran
de este desierto mío
avergonzado y tenso.
¿El momento es llegado
siempre que la luz entra
por alguna rendija
de esa contraventana
desde la que miramos
una vida vibrante
que tan lejos creímos?
No quierodespertar.
Cuelgan de mis paredes
imágenes que arden
que tercamente cuelgan
despaciosas y dulces
hasta mi desamparo
hasta el oscuro centro
de un cielo subterráneo .
Llegan
con nidos de preguntas
que horadan las tapias,
con señales y nidos
que me acercan y alejan.
Cómo romper el pulso.
Cómo sellar la sangre
de lo que no se quiere
de lo que no conoces
aunque rodó seguro
detrás de los talones
de quien huyó a la fiebre.
Y aún así
todo regresa ahora.
Los eslabones cierran
tu brazo sobre el mío,
cierran,
con mi sangre la tuya
tu mano con mi mano,
las palabras quenunca
abandonan mi rostro,
cancela cuidadosa
de lo que callo siempre.
Desvelada, vacilo
y ya no sé si es cierto,
si es que hablo o me hablas,
si me atas o empujas.
No te vayas tan lejos,
acércate a mi alma,
solitaria en la sombra
te nombro sin nombrarte.
Aguarda aún, escucha,
escúchame ¿qué parte,
quiero saber qué parte
de mí no es hablar sola.
He velado las armas
que tú me regalaste
mientraslos trenes corren
desnortandola vida.
He roto la hermosura.
He alzado un campanario
con esta carta rota,
con esta muerte infante;
esta herida de flores.
¿No importa la distancia?
El recuerdo es tan claro
que se hace presencia
si cualquier otra cosa
es un grito imposible.
Tu palabra me toca,
y tu sombra se yergue
y tu nombre me entrega
la calle azul del alma.
Ya no queda más norte,
pero tú siempre estás
en los trenes dormidos
y lo posiblevuelve
a recorrerme entera,
a enramárseme dentro,
a encontrar en los mapas
increíbles callejas,
junios extraviados
enredaderas dulces
acogidos exilios
derramados instantes
revelados. Indemnes.
Resplandorimposible.
Pero real.
Y cierto.