Nicanor Parra, Mario Benedetti, Ernesto Cardenal, Juan Gelman, Horacio Castillo. La Cámara de Diputados de la nación lo declaró: “Mayor notable” en el 2008. Obtuvo el “Premio mayor” de 2008 de Fundación Argentina para la Poesía. Fue presentado por Roberto Alifano.
EL JUEGO INCIERTO
Yo soy mi hermano
el que perdió el contorno.
Sé que somos dos en mí
y no podemos encontrarnos.
En la mitad justa de las palabras
en el centro geográfico del silencio,
¿Quién duerme?
¿Cuál de nosotros vive?
Te prometo encontrar al que te ama
retirarle los ojos,
el amor y los besos
y dártelos a tiempo,
antes que tú también descubras
que estás fuera de mí
y fuera de ti
con los ojos absortos.
PAISAJE ALUCINADO
Tú eres el paisaje
tus ojos
colorean la copa de los sueños
y la tarde se incendia
detrás de tus palabras.
Tú
paisaje desmedido
que se queda en mi sangre.
Parada en el centro de la tierra
te quitas lentamente la ropa
y cuando estás desnuda
la luz cubre tu cuerpo.
Y
te quitas la piel
y la carne
y los huesos
entonces quedo ciego
con las manos azules.
LA MUERTE NO PROHIBE SER POETA
No sé de qué estoy vivo.
Vengo a visitar los días
y el tiempo olvidó memorias pro mis ojos.
Debo dejar la soledad intacta,
borrar mi silencio habitado.
Existo.
Es la señal.
Se puede morir en el mismo dibujo
y tu rostro
apenas un complemento del destino,
un paso por la sangre
un relámpago hacia nosotros,
con todo el infinito al cual no volveremos
para intentar de nuevo ser principio.
Y el día converge
en el sitio adonde espero.
Pongo un sueño dentro de otro sueño,
con la muerte suspensa
a mitad del cansancio.
Hay un silencio que ha nacido
para decir amor y volver al silencio.
Y todo está a los pies de la ausencia:
un escombro de días adentro de otros días,
una esperanza voraz,
y el tiempo se detiene.
Paso a trasluz de mi esperanza,
atravieso mi voz
y sigo mi camino.
DIOS SIN MI
Conviérteme en mi.
Hoy que he plegado todas mis vidas
a la única célula que falta
aunque a la hora de abrir y cerrar las palabras
vuelva a invadirme el mundo.
Quiero ser yo desde adentro de mi propio barro
Caminar mi geografía
Hasta las fronteras de mi hermano
Solidariamente solo
Restituyéndose para venir a mí
Recomponiendo el amor entre las ruinas.
Las sombras caen sobre mi destino
Por donde ahueca mi voz tu silencio
Tal vez dudes y te reconstruyas
Y ensayes otra piel para entender las penas.
Desde adentro del hombre
desde el dolor oscuro donde se ve la tierra
se refracta la luz del cataclismo
y mis huesos
con sonidos de espejos
se trizan con tu imagen
desordenando el mundo.
EL JUEGO INCIERTO
Yo soy mi hermano
el que perdió el contorno.
Sé que somos dos en mí
y no podemos encontrarnos.
En la mitad justa de las palabras
en el centro geográfico del silencio,
¿Quién duerme?
¿Cuál de nosotros vive?
Te prometo encontrar al que te ama
retirarle los ojos,
el amor y los besos
y dártelos a tiempo,
antes que tú también descubras
que estás fuera de mí
y fuera de ti
con los ojos absortos.
PAISAJE ALUCINADO
Tú eres el paisaje
tus ojos
colorean la copa de los sueños
y la tarde se incendia
detrás de tus palabras.
Tú
paisaje desmedido
que se queda en mi sangre.
Parada en el centro de la tierra
te quitas lentamente la ropa
y cuando estás desnuda
la luz cubre tu cuerpo.
Y
te quitas la piel
y la carne
y los huesos
entonces quedo ciego
con las manos azules.
LA MUERTE NO PROHIBE SER POETA
No sé de qué estoy vivo.
Vengo a visitar los días
y el tiempo olvidó memorias pro mis ojos.
Debo dejar la soledad intacta,
borrar mi silencio habitado.
Existo.
Es la señal.
Se puede morir en el mismo dibujo
y tu rostro
apenas un complemento del destino,
un paso por la sangre
un relámpago hacia nosotros,
con todo el infinito al cual no volveremos
para intentar de nuevo ser principio.
Y el día converge
en el sitio adonde espero.
Pongo un sueño dentro de otro sueño,
con la muerte suspensa
a mitad del cansancio.
Hay un silencio que ha nacido
para decir amor y volver al silencio.
Y todo está a los pies de la ausencia:
un escombro de días adentro de otros días,
una esperanza voraz,
y el tiempo se detiene.
Paso a trasluz de mi esperanza,
atravieso mi voz
y sigo mi camino.
DIOS SIN MI
Conviérteme en mi.
Hoy que he plegado todas mis vidas
a la única célula que falta
aunque a la hora de abrir y cerrar las palabras
vuelva a invadirme el mundo.
Quiero ser yo desde adentro de mi propio barro
Caminar mi geografía
Hasta las fronteras de mi hermano
Solidariamente solo
Restituyéndose para venir a mí
Recomponiendo el amor entre las ruinas.
Las sombras caen sobre mi destino
Por donde ahueca mi voz tu silencio
Tal vez dudes y te reconstruyas
Y ensayes otra piel para entender las penas.
Desde adentro del hombre
desde el dolor oscuro donde se ve la tierra
se refracta la luz del cataclismo
y mis huesos
con sonidos de espejos
se trizan con tu imagen
desordenando el mundo.