Revista Internacional de Poesía : "Poesía de Rosario" Nº 23
  Rubén Vela
 



ADVERTENCIA

I

El peón no tiene casa
¿Quién destruyó su casa?
El peón no tiene ropa
¿Quién le robó su ropa?
El peón no tiene pan
¿Quién le quita su pan?

Tiene hambre de día
tiene hambre de noche
¿Qué llevara a su muerte?

Cuidado con el amor
con la fuerza de ese amor
cuando ese amor reviente
el peón será hombre de incendios.
Reclamara su casa
sus ropas y su pan.
aprenderá su nombre
ybautizará las cosas de otro modo
con palabras
que nunca hubiese deseado escuchar.

Hijo mío, mi pueblo,
ni la pobreza te pertenece.
A pesar de tus manos rudas
a pesar de tus días vacíos y sin embargo
nada te pertenece.

II
Palabras a mis hijos
yo, que los tengo.
Yo, que he sido el enloquecido del amor
el instrumento de ese amor.

(Para amar no basta otro cuerpo.
Hay que saber lo que se ama.
¿Te amé a ti, hijo mío?)

Hijo mío, mi pueblo,
cuando tuve hambre
pensé que dejar de tener hambre
era la libertad.
Cuando tuve sed
pensé que era la sed.

Oh, hijo mío, mi pueblo
¿Qué es la libertad?

            III
Debemos hablar alto
y eso no es fácil.
Hablar alto
y hay que hacerlo
por los que no hablan
aunque a veces no basta el poema.


Hablar de lo breve
lo mensurable
lo finito.

Y hablar del reino de lo inmensurable
de la brevedad sin términos.

            IV
Para eso nací.
¡Oh, sofocación? ¿Ha de bastar
hablar de mi mismo
para hablar de los demás?
Y sin embargo
soy el único hombre
que conozco
y habito.

            V
El peón no tiene nada
le han robado su canto.
Solo tiene el inmenso amor
que le brota furioso
de su cuerpo.
 
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